Durante estos días de cuarentena -sino me equivoco llevamos 18 días- me teletransporto automáticamente a este lugar y preciso momento. Sol, mar, Mr. J y Pipo. Algo tan sencillo como eso. Algo que hasta que no "te arrebatan" no eres consciente de lo mucho que lo aprecias.
También reflexiono en la evolución de la sociedad y por más que le dé vueltas, no hemos conseguido un avance feminista notorio. Seguimos estancados.
Así es, el animal print nunca muere, por mucho que las compañías de fast fashion nos lo quieran hacer creer, y es que cualquier prenda, textura o estampado no debe de morir en un corto periodo de tiempo sólo porque una marca o corriente así lo establezca ¿Que más da si la seguimos llevado? Señoras, no es pecado (¿Y qué si lo fuera?)
Un shooting con un aire country es lo que se me antojaba también. Y si entendemos por country a meternos entre un par de matorrales y matas secas. Bien.